DIA 4. LA MUJER SAMARITANA

Muchos de los samaritanos que vivían en aquel pueblo creyeron en él por el testimonio que daba la mujer: «Me dijo todo lo que he hecho.
Juan 4:39 NVI
Después que el reino del norte y su capital samaria fueron tomados por los asirios, deportaron a muchos judíos a asiria y trajeron a extranjeros para que se estableciesen allí, para lograr mantener la paz. (2 Reyes 17:24). De la mezcla de extranjeros y judíos surgió la raza mixta odiada por lo judíos del reino del sur quienes los consideraban impuros.

La mayoría de los judíos hacían todo lo posible para no viajar o cruzar por Samaria, así como de no platicar, ni menos reunirse con ellos. Pero el Señor Jesús rompiendo con este esquema racista decide pasar por allí, y se sienta a descansar junto al pozo de Jacob. Este pasaje Jesús muestra el interés por las almas, sin importar raza, genero, posición social, o color de la piel.

El Señor Jesús se reúne con una mujer samaritana que había tomado malas decisiones en su vida, lo que le llevo a tener cinco maridos (Juan 4:16-18). La mujer entabla una conversación teológica con el Señor Jesús, mostrándole finalmente que Jesús es el Mesías esperado y que Él es la única fuente de agua que saciaría su sed espiritual. (Juan 4:21-26). La mujer entiende que esta frente al Mesías y acude a la ciudad para decirles a todos que ha encontrado al Mesías y muchos creyeron en Jesús por el testimonio de ella. (Juan 4:39-42)

Con este pasaje podemos saber que Dios es el único que puede saciar nuestra vida y nuestra alma, asimismo dar nuestro testimonio como lo hizo esta mujer samaritana, no solo predicando sino organizando la primera campaña evangelística, después de entender que solo Dios puede restaurar su vida.

Oración:
Dios mío, ayúdame a hablar de las nuevas de salvación donde quiera que este y a toda persona que necesita de tu gran amor.  En el nombre de Jesús, amén.


Noé Valle Núñez
Pastor PIB Online
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